mayo 09, 2011

Vivo por ti, pero aunque te fueras seguiría viviendo. Me siento perdida, pero lo estaba mucho más cuando no estabas. Mentí para verte, y mentí para no hacerlo. Te extraño, pero cuando te veo no tengo nada para decirte. Te amo con locura, pero busco excusas para enojarme contigo. Creo que solo necesito alguien a quien decirle "Me jode que hagas esto, esto y lo otro" y solo me abrace y me diga que lo siente. No tiene sentido, pero es así: necesito alguien que me ame incondicionalmente, alguien que esté a mi disposición, y ese alguien no existe, simplemente porque no está bien que yo exija ser el centro del mundo de alguien, porque eso sólo pasa en las películas, y yo lo sé.

Estoy con la única persona con quien quiero estar, y lo amo, pero siempre hay algo en el medio, una piedra en el zapato, y ese obstáculo no es nada más ni nada menos que yo misma. El problema siempre soy yo, en todas las relaciones de todo tipo que he tenido. Y por eso todo me sale mal, porque no puedo evitar necesitar todo tal y como yo lo quiero, no puedo evitar ser exigente, no puedo soltarme al cien por ciento con nadie más que con mi mejor amiga, porque me siento ridícula; y no hay nada más frustrante que eso.

Me odio internamente por ser así, por sentir esa rabia e inconformidad interna hacia todo y todos que solo espera el inconveniente más pequeño para explotar con quien menos debería.

Deberían encerrarme en una cueva, olvidarse de que existo, y dejarme morir de hambre.

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