abril 04, 2012

A veces uno sucumbe ante la estupidez, es cierto. A veces uno cuida más su apariencia que sus palabras, su forma de actuar que a sus seres queridos, o inculso su reputación que a su felicidad. Sí, a veces sacrificamos a nuestra pobre personalidad por una simple aceptación, y no es así. Pero tampoco es así cuando se ríen de vos por ser quien sos, cuando te excluyen, o simplemente te ignoran. No es así. Pero uno tiene que tener presente que como dice el dicho siempre hay un roto para un descocido, y esto no solo se aplica al amor de pareja. Así que concluyo este texto con otro, de calcomanía de almacen si se quiere: "Amigo es el que te acepta como sos, con todos tus defectos y todas tus virtudes" (incluso si estas últimas se cuentan con los dedos de la mano).

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