enero 18, 2012

A veces la gente te deja tirada. Y tenés que sonreír y decir que comprendés. Es irónico, yo solía mandar a la gente a la mierda. No sé qué me pasó. Puede que haya madurado. O puede que quisiera que él no se sintiera importante o herido, por lo menos no tanto. No estoy triste, no estoy feliz. No estoy, en realidad. No me importa mucho nada y estoy viendo Grey's Anatomy. Como si no me hubiese dicho nada, nunca. Como si no me hubiera dejado tirada, el muy hijo de puta. Aunque lo entiendo, qué quieren que les diga. Tampoco somos Romeo y Julieta, no teníamos nada. Me decepcionó su actitud como me hubiese decepcionado la misma proveniente de cualquier otra persona, solo me apena que haya sido él porque tenía una chispa de ilusión que no pude apagar aunque quise, nada más. Porque como dijo Shakespeare, y qué bien que hacía: "Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie". Y yo esperé. Nada imposible, solo lo que él dijo que haría, pero se ve que ni eso se puede esperar. Pero bueno, no éramos nada. Ni siquiera habíamos salido, nada. Tampoco me dijo que nunca más, puede que mañana me salte con un "Sí, quiero jugármela", pero la verdad estoy deseando que no quiera, que me diga "Mirá, no puedo, no puedo hablar con tu vieja para que te dejen salir porque no me dan los huevos", y yo le diga "Bueno", porque no banco a mi vieja y esto implicaría que pase tiempo con ella y converse con ella y discuta con ella y no quiero. Y también implica que sufra como una perra porque no pude, porque no fui lo suficientemente buena como para que él se la jugara por mí, o quizá porque él mismo no fue lo suficientemente bueno para atreverse, y me culparé y lo culparé a él, porque soy humana y eso hacemos, buscamos culpables.
Hoy me llamó. Ella, no él.Y cuando estábamos hablando se me quedó el celular sin carga, lo miré y dije "Gracias a dios". Y no lo puse a cargar, y después me fui a tomar un helado y no lo puse a cargar, y volví y no lo puse a cargar, porque no quería hablar con ella. No quiero hablar con ella, ya no puedo soportar el mambo que tiene en su cabeza, porque simplemente ya tengo el mío, y no es sano, no es sano soportar uno ajeno cuando ya se tiene el propio. No tendré treinta años y trabajo y una familia y una casa para mantener, pero tengo mi propia mierda, no necesito la de los demás. Tengo MIS amigas, tengo MIS problemas, tengo MIS pensamientos y MIS emociones, estoy creciendo, y mi madre no lo entiende ni quiere hacerlo. Ella quiere que vea a sus amigas, que lidie con sus problemas-cosa que no tendría que haber hecho nunca, y lo hice mil veces como si yo fuera la adulta y ella la niña o la adolescente-, quiere que piense y sienta igual que ella. Porque "yo soy la adulta y eso me da la razón". Y no es así, simplemente no es así. Ya no puedo más con ella y no pienso bancarla. Está fuera de mi control, necesito que madure, tiene treinta y nueve años.

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