octubre 04, 2011

Quién lo iba a decir... hace un mes yo estaba convencida de que iba a pasar el resto de mi vida con él, y creo que así podría haber sido si hubiésemos hecho las cosas de forma diferente, pero lo hecho hecho está. Lo dejé. ¿Lo dejé? Todavía no me cae la ficha del todo creo, pero también creo que voy a estar mejor sin él. Yo lo quería mucho; lo quiero, el amor no desaparece en dos días ni en una semana, es algo que se va erosionando hasta desaparecer, aunque parezca que se extingue de una explosión como otro mundo cualquiera que con algo tan banal como una bomba, hacemos desaparecer por siempre. Pero más allá de quererlo o no, sufrí muchísimo estando con él, y si bien me considero madura para mi edad, hay cosas que no van, como estar sufriendo tanto por amor, porque no estoy en la etapa y aparte porque tengo pila de cosas lindas para disfrutar, como la tremenda relación que tengo con mi madre, que la amo, a mis amigas que aunque tengamos diferencias me apoyan en todas y me quieren tanto como yo a ellas, tengo a mi perrita hermosa que ahora, después de como once años de tenerla y no darle demasiada bola, comprendí que está viejita y que la amo muchísimo y tengo muchísimo miedo de perderla, porque aunque suene estúpido, el amigo más fiel que se puede tener es un perro. También tengo a mi padre con el que ahora tengo una mejor relación y con quien disfruto, tengo al resto de mi enquilombada y con problemas de novela de mi familia, pero que muy a su manera también me aman, y por sobre todo tengo lo más lindo del mundo: la felicidad que me produce escribir. Expresarse mediante lo que uno más ama no tiene nombre, es hermoso, es liberador, es tan pero tan inexplicable que aunque tuviese todas las palabras y el talento del mundo no lo podría expresar con algo tan mundano como las palabras, aunque sean estas la base de mi arte. Tengo mi  vida, y no pienso echarme en la cama a sentir lástima de mí misma y mirar Titanic una y otra vez, voy a seguir con ella porque el tiempo no se pierde. Y lo mejor de todo es que no le guardo ningún rencor, ni a Guille ni a nadie. De verdad, pero muy de verdad, le deseo con todas las ganas del mundo que sea feliz y que algún día pueda hacer feliz a otra mujer como me hizo feliz a mí. Soy libre, y no por no tener un tipo al lado, soy libre porque así me siento, como si lentamente me estuviesen creciendo alitas blancas en la espalda. Me siento feliz de cierta forma, porque hice lo que el corazón me dijo.

2 comentarios:

  1. Y está perfecto, y me encanta que te sientas así. Me pasó exactamente lo mismo, una vez que el amor se va, comenzás a pensar ¿Porque pasé tanto tiempo pensando en el amor si soy chica y tengo mil cosas para vivir? Y después… No me sentí yo, me sentí otra, diferente, pero era yo, mi otro lado. El lado que había dejado de utilizar para pasar a la depresión (sé que no es tu caso, pero sí el mío) y cuando salí de ese sentimiento, sólo tenía ganas de vivir la vida. Porque nos fijamos lo que realmente siente el corazón, NO la cabeza, NO la mente, que muchas veces engaña. Y de alguna manera, nos sentimos mejor. Ojalá esté todo bien, y veo que sí.

    ResponderEliminar
  2. Tenes toda la razón, prima del alma. Todavía sos chica y estoy segura que vas a encontrar a otra persona con la que te sientas completa porque yo a vos te conozco y se que no te vas a dar por vencida ni nadan de eso. Yo solo te pido que te acuerdes que tenes una familia en San José que te ama con todo su corazón y que por mas que no nos veamos todos los días te conocemos. Por cualquier cosa que precises vos llama a acá y voy a hacer lo posible por ayudarte. Te amo

    ResponderEliminar