Aloha bloggercitooos, que abandonados que los tuve!
Bueno, debo decir que ando media deprimida. En realidad, lo que me pasa es que tuve que venir a San José, donde vive mi padre, y es una plasta con todas las letras. No es que no me guste visitar a mi familia, no es eso, es que en los últimos años yo he cambiado mucho, ¿saben? Y la gente acá no me conoce ni un poquito, ni tampoco se queman en intentar hacerlo. Y no los culpo, me ven una o dos veces al mes, pero es como venir a terminar las vacaciones con gente que me desconoce totalmente, es horrible. Y aparte de eso, está el tema de que en sí, el lugar es deprimente, sobre todo la casa de mi padre. Es fría como ningún otro lugar en la Tierra, el silencio es de ultratumba y está todo pintado de colores pastel como si fuera un hospital psiquiátrico de los 50.
Pasé unas vacaciones GENIALES con mi madre♥, mi novio♥ y mi mejor amiga♥, a quienes más amo, y me dediqué al disfrute totalmente y no hice NADA de deberes, borré la palabra liceo de mi diccionario, y todas las que se relacionaran a ella. Ahora vengo acá a morir junto con las vacaciones, sin madre, novio, ni mejor amiga, sin nada, tapada de deberes y con un frío de morirse.
Y no tengo a Guille para que me dé su campera cada vez que tengo frío, o para que me abrace, o para que me deje calentar las manos en los bolsillos de su campera, o para que me descongele los labios con un beso o se ría de mí y cuando yo lo insulte por hacerlo, se excuse diciendo que le parezco muy tierna. Lo extraño, lo extraño demasiado, y lo vi hoy. Lo amo, puedo decir que lo amo como nunca nadie amó a otra persona, y espero que este sentimiento no cambie nunca.
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