La televisión brillando en medio de la oscuridad, sin volúmen, y la música pacíficamente triste penetrando en mis oídos. Ojalá sea de nunca acabar, y una corriente de briza tibia me lleve así, en este estado de transe, hacia otro mundo. Ese en el que siempre quise estar, ese al que sé que pertenezco pero no puedo encontrar. Ese que me seduce lentamente pero que al mismo tiempo pierde sentido cuando la luz del sol, enérgica, sustituye a la de la luna, lúgubre y misteriosa. Un grito de conciencia invade de a poco mi garganta, y paulatinamente todo se vuelve lo que en verdad es, todo se vuelve incompleto. Nadie sabe lo que hay dentro, nadie lo sabe de verdad, y solo la música sirve para tapar los pensamientos que invaden y no dejan vivir. Solo cerrarse y seguir, o enfrentar la verdad. Me pregunto qué deberé hacer, aunque muy dentro, no lo quiero saber jamás...
RoxyRoller!
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