noviembre 14, 2010

No, no, no. No me vengas con cosas. Todos sabemos cual es la verdad. Tarde o temprano se descubre, ¿por qué mentir? La hipocrecía no lleva a ningún lado. Ocultar la verdad por pura falsedad es como tratar de ocultar un elefante tras una hormiga. Es como llenar de aceite una olla hirviendo: el aceite abrasador, que vendría a ser la verdad, nos salpica a todos en la cara, causándonos dolor. Quizá si el aceite no hubiese sido calentado, osea, si la verdad no hubiese sido ocultada en un principio, no lastimaría tanto, solo sería una sustancia un poco viscoza que se sentiría incómoda, pero no sería un motivo de llanto. O quizá sí, pero sería mejor que ser engañado. Cualquier cosa lo es. La mentira o el ocultar las cosas no lleva a ningún lado, pero nunca es tarde para aclarar las cosas. Nunca es inútil el decir 'Perdoname, estuve mal. Te mentí porque entonces creí que era lo mejor.' Aunque haya sido hace mil ochocientos años y la otra persona no se acuerde, eso sirve para sentirse mejor con uno mismo, y para poder decirse, tanto a uno como a otras personas, que es lo suficientemente maduro como para solucionar los problemas propios.

Rebellious Punky

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