noviembre 30, 2011

Ayer venía caminando a la vuelta del almacén re tranqui con los sachet de shampoo en la mano porque la vieja forra no me dio bolsita y no quise pedírsela porque me da miedo y no quería que me corriera con la escoba. En fin, iba así re tranqui y siento que alguien viene corriendo hacia mí y paran atrás mío y me pegué el susto de mi vida. Me dicen "Señorita perdón que la moleste" y me doy vuelta y era un pibe que entró junto conmigo al almacén y me dice "No, no, no se asuste. Solo quería decirle que es muy bonita." Es entre tierno y patético, pero en fin, la idea es que si hay leyendo mi blog alguno de los pajeros que estaba ayer en la calle (o sea todos los que pasaban por la calle en ese momento) cuando yo fui a la despedida de fin de año del liceo de mini, que estaban sacando fotografías mentales para después pajearse porque no los toca ni un láser, quiero que les conste que aunque ese loco pueda parecer patético o pasado de moda, me enterneció, y ustedes, manga de subnormales, simios no evolucionados, me dan ganas de comprarme un palote de amasar, pegarle tachas dadas vuelta y violarlos con eso, para que no se puedan sentar por el resto de su vida. No los puedo ver, ojalá los viole un tiburón. Y bueno, ese es el mensaje, básicamente. Ah, y sí, que estoy re buena y me la re banco. Esto lo prueba. Jajajaja.

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