El tiempo y la distancia nos jugaron una mala pasada otra vez, y espero el dulce momento del encuentro como si fuera inalcanzable. Te amo y luego te odio, pero es algo que solo yo puedo entender, y el sentimiento de confusión sigue, aunque menos que antes, latente. Las agujas del reloj continúan girando, siempre en una misma dirección sin destino que se convierte en una monotonía, y no logro que el sutil e incesante martillar del tic-toc salga de mi cabeza sin pensar en qué tan equivocados podemos llegar a estar al pensar que esto de verdad funcionará. Solo nos queda intentarlo, porque después de la ruina llega siempre, tarde o temprano, la recompensa. Y puede que esta sea la mía...Rebellious Punky
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