Qué más da, si yo lo sé. Qué más da, si no fue así. Qué más da, si la vida sigue. Qué más da, si ya no tiene sentido. Nunca lo tuvo. Qué más da, si nunca valió la pena y todo fue una farsa. Y aquí estoy de nuevo, en el punto de partida, esperando una señal de la vida. Quiero saber qué sucederá. Quiero creer que no será siempre así. Quiero tener la certeza de que no siempre seré yo la que saldrá perdiendo. Intimidada por lo que puede que suceda. Abrumada por el vacío, por la maldad ajena. Y así uno aprende que no se puede confiar en todos, más bien solo en unos pocos. Y muy dentro yo lo sabía. Pero preferí ignorar al instinto y seguir al corazón. Maldito corazón.
Rebellious Punky
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